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sábado, 26 de marzo de 2011

Victoria de Playa Girón

El Plan Pluto, elaborado por la Agencia Central de Inteligencia (CÍA) de Estados Unidos, se proponía con la invasión de la Brigada 2506, crear una cabeza de playa en suelo cubano donde trasladarían de inmediato un "gobierno" formado con su auspicio, el cual sería reconocido por Washington y solicitaría !a intervención militar de Estados Unidos.


El 22 de marzo de 1961 había sido creado este equipo, por iniciativa de la administración Kennedy, presidido por José Miró Cardona e integrado por Manuel Antonio (Tony) de Varona, Manuel Ray, Justo Carrillo y Carlos Hevia.


A las 2:30 de la madrugada del 17 de abril de 1961 comenzó ef desembarco de los mil 550 hombres entrenados para ocupar la zona de la Ciénaga de Zapata, en la costa sur de la Provincia de Matanzas, un lugar aislado hasta el cual sólo se podía llegar por escasas vias construidas en los primeros meses de la Revolución entre las aguas del enorme pantano.



Todo terminó el 19 de abril, a las 17:30 horas, cuando las fuerzas del Ejército Rebelde y de las Milicias Nacionales Revolucionarias tomaron por asalto las últimas posiciones de los mercenarios en Playa Girón.



Las bajas de los agresores fueron más de 200 muertos y mil 197 prisioneros. Además quedaron destruidos 12 aviones, dos buques de transporte y tres barcazas; otro buque y tres barcazas resultaron averiados. También les ocuparon técnica y armamento de diferentes tipos.



Entre los combatientes de las fuerzas revolucionarias y la población civil hubo 176 muertos y más de 300 heridos, de los cuales 50 quedaron incapacitados de por vida.



Cada mercenario enrolado recibía un salario mensual (libre de impuestos) de 175 dólares para los solteros y 225 dólares los casados; otros 50 dólares por el primer hijo y 25 por cada una de las demás personas bajo su abrigo, así como alimentación y alojamiento.



Fueron entrenados en Retalhuleu, Guatemala, y partieron de Puerto Cabeza, Nicaragua, mientras que la fuerza aérea dispuso de la base estadounidense de Oppalocka, en la Florida.



La flotilla estaba compuesta por cinco barcos: el Houston (identificado como Aguja), Atlantic (Tiburón), Río Escondido (Ballena), Caribe (Sardina) y Lake Criarles (Atún).



Además, dos unidades de guerra LCI -modificadas y artilladas-, la Blagar (Marsopa) y Barbara J. (Barracuda). Otras tres barcazas LCU llevaban cinco tanques Sherman M-41 y camiones artillados del batallón blindado número cuatro. En el desembarco del personal emplearon cuatro barcazas LCVP.



El desembarco fue apoyado por 16 aviones B-26, ocho aviones C-4Q y seis aviones C-54. Los expedicionarios contaron con cañones de 76 mm, morteros de 4.2, cañones de 7.5 mm sin retroceso, rifles Garand, carabinas M-1, bazukas y pistolas, con abundantes municiones.



La plantilla de la Brigada estaba encabeza por el jefe José Alfredo Pérez San Román, segundo al mando Andrés Oliva y Manuel Artime Buesa, responsable del poder civil.



Los puntos de desembarco tuvieron también denominaciones convencionales en el plan. A la denominada "Playa Roja" -en realidad Playa Larga- se dirigió el buque "Aguja", a "Playa Azul" (Playa Girón) los buques "Ballena" y "Tiburón", mientras que a "Playa Verde" (Caleta Verde) los buques "Marsopa", "Barracuda" y "Atún".



El desembarco en Caleta Verde no lo pudieron realizar por la resistencia de los milicianos.



Ocuparon Playa Girón y Playa Larga y lanzaron paracaidistas en distintos puntos avanzados en el interior de la Ciénaga de Zapata.



Un pequeño destacamento y después el Batallón 339, integrado por obreros y campesinos de la zona de Cienfuegos armados con fusiles M-52 y subametralladoras, libraron los primeros combates.



Al amanecer tuvieron el refuerzo de otras dos compañías de milicianos y algún armamento antiaéreo.



En las primeras horas de la mañana arribó el Batallón de la Escuela de Responsables de Milicias de Matanzas al mando del entonces Capitán José Ramón Fernández (actual vicepresidente del Consejo de Ministros).



Poco a poco se incorporaron más batallones de milicianos, las tropas de la Policía Nacional Revolucionaria, del Ejército Rebelde, los tanguistas y artilleros, muchos de ellos muchachos entre 14 y 20 años.



La pequeña fuerza aérea que pudo salvarse del ataque sorpresivo del día 15 contra tres aeropuertos militares cubanos, también entró en acción.



En el juicio celebrado con todas las pruebas materiales, documentales, testificales y el reconocimiento de los hechos por los acusados, el tribunal al dictar sentencia dio la posibilidad de una indemnización ascendente a 62 millones de dólares -sumadas las distintas penas dictadas por grado de responsabilidad- que Estados Unidos pagó principalmente en alimentos.



De ahí el decir popular de que los mercenarios fueron cambiados por compotas para niños.



Por su composición social más de 100 fueron latifundistas, 194 ex militares de la tiranía batistiana -varios juzgados aparte pues habían cometido crímenes-, 112 comerciantes, 67 cásatenientes, 35 industriales, 24 propietarios medios, 89 altos funcionarios de empresas, 415 de las capas medias y 112 lumpens con antecedentes penales.


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VILLACLARA

HÉROES ETERNOS DE LA PATRIA

RELACIÓN DE LOS 156 COMBATIENTES CAÍDOS EN GIRÓN


Recordemos con sus nombres, a los cubanos que salidos del pueblo marcharon decididos, conscientes de que el grito era ¡Patria o muerte! en aquellos días de abril cuando en diferentes trincheras defendieron el Socialismo en Cuba, y no dejaron pasar a los mercenarios.

“Sirva de ejemplo estos hombres que cayeron, que dieron sus vidas; sirva de ejemplo para los quejosos, para los débiles, para los impotentes, para los que rumian constantemente cualquier pequeña molestia en un país que ha empezado a pagar estos precios altos de sacrificio por su causa, por su Revolución, por su independencia, por su dignidad, en lucha contra un enemigo reaccionario, poderoso, agresivo, brutal, que no solamente nos causa pérdidas de vidas, sino que además nos amenaza con nuevas agresiones.”



(Del informe del Comandante Fidel Castro, rendido el 23 de abril de 1961, sobre las operaciones de Playa Girón).


En defensa de la Patria

Los cubanos no olvidamos la solidaridad de los hermanos que en aquellos días 16, 17, 18, y 19 de abril de 1961, condenaron la invasión, y muchos decidieron combatir junto a nosotros.Tres de los jóvenes combatientes caídos no habían nacido en Cuba:

Carlos Ulloa Arauz (24), Ramón Peña Díaz (62) y Marcelino Gutiérrez Aguado (67)

La prensa de la época es testigo de aquellas manifestaciones de apoyo, y nos trae las imágenes y noticias publicadas en Venezuela, Bolivia, Chile, Argentina y México, entre otros, donde se destacó por siempre, la presencia del General Lázaro Cárdenas.

La Victoria, hizo un poco más libres a los pueblos de América, y la acción humanista y solidaria de la Revolución hoy se extiende dando vida a los pueblos humildes del mundo. Las nuevas generaciones estudiosas del pensamiento de José Martí, Antonio Maceo, Julio Antonio Mella y Ernesto Guevara, entre otros pensadores, son consecuentes con sus ideas antiimperialistas. Hemos visto el respeto, la inmensa ternura con la que los jóvenes hablan del Comandante en Jefe Fidel Castro, protagonista junto a su pueblo de muchas victorias.


Algunos de aquellos hombres que cayeron en abril de 1961 no habían arribado a los 20 años; otros, los menos, pasaban los 40; la mayoría tenía entre 21 a 30 años. Dos de ellos cumplieron años en la trinchera, frente a la metralla de los mercenarios, cayeron horas después, u horas antes. Eran estudiantes, obreros, campesinos, militares, milicianos, técnicos, trabajadores de servicios, dirigentes administrativos, trabajadores por cuenta propia, obreros de la construcción, empleados administrativos, y un miembro de la Brigada Técnica de la Alfabetización, José Luis Pérez González.


Tenían diferentes creencias religiosas, pero los unía la Patria y defendían la Libertad y el Socialismo.



Juntos pelearon, padres e hijos, como los Villafuerte, “Ángel, el padre vio caer a su hijo cubierto de sangre pero con el rifle aún en las manos, y lo tomó en sus manos, volteó su cuerpo para que muriera de cara al sol”.



En Girón estaban representados los cubanos de toda la isla, del campo y las ciudades.

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