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lunes, 23 de abril de 2012

Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz

Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz

Muchos podríamos preguntarnos por qué el mayor general Ignacio Agramonte y Loynaz ha pasado a la historia como "El Mayor", conociendo que este apelativo es una simplificación del grado militar que alcanzó, máxima graduación del Ejército Libertador, y muchos otros también alcanzaron este grado en las guerras independentistas contra España.

Es difícil explicar las razones y mucho más cuándo sus soldados comenzaron a nombrarlo de este modo, como expresión de respeto y admiración; sin embargo, la pluma de quien fue su ayudante y secretario durante parte de esa contienda, Ramón Roa Garí, nos ha permitido acercarnos al momento en que quizás quedara estampado, exclusivamente, este epíteto para el legendario héroe camagüeyano.

Después de la muerte de Ignacio Agramonte en Jimaguayú, el 11 de mayo de 1873, el Presidente de la República en Armas, Carlos Manuel de Céspedes, designó al también mayor general Máximo Gómez Báez para ocupar el puesto vacante de Jefe del Departamento del Centro de Ejército Libertador, lo cual incluía las fuerzas de Camagüey y Las Villas.

Según apuntó el 28 de junio en su Diario de Campaña, iba Gómez a la tierra de "[…] aquel valiente y nunca bien sentido General" (1), en busca de las fuerzas libertadoras camagüeyanas, que por aquella época eran de las mejores e interinamente estaban bajo las órdenes del mayor general Julio Sanguily Garrite.

El día 6 de julio el teniente coronel Henry Reeve, jefe de las legendarias fuerzas de caballería, había acampado en el potrero de La Crimea (2), 40 km al sudeste de Puerto Príncipe. No había transcurrido mucho tiempo cuando:

[…] se dio un aviso de la aproximación de un grupo de caballería, del cual se destacó un número a galope, el que fue traído a presencia del teniente coronel Reeve.

—Teniente coronel Reeve —dijo, cuadrándose y haciendo la venia.

—Baje la mano —le contestó Reeve—, ¿qué novedad hay?

—Que ahí viene el Mayor.

—¿El Mayor?... ¿Qué mayor es ese?

—El Mayor Gómez, nombrado jefe del departamento.

—¡Ah! El general Máximo Gómez; y no diga usted el Mayor; porque el mayor fue uno y murió en Jimaguayú. (3)

Podría alguien, que no conociese el patriotismo de Máximo Gómez, pensar que aquella frase, si llegó a sus oídos, lo predispusiera ante aquellos hombres que idolatraron a su Jefe; sin embargo, ese día apuntó en su Diario "[…] fui recibido atentamente por este Cuerpo […]" (4)

Al día siguiente se une a Sanguily y al resto de las tropas. Impresionado, vuelve a escribir:

"Pocos pueden como yo apreciar la pérdida que ha sufrido la Revolución con la muerte del Gral. Agramonte. Es regla general que en el soldado se han de ver como de relieve marcadas las condiciones morales de sus jefes, y en estas tropas se notan el hábito de disciplina, moralidad y orden que eran sin duda de las primeras cualidades de aquel carácter. Los españoles no saben una cosa y es que Agramonte inspirado en puro patriotismo dejó asegurada la Revolución en esta parte. Agramonte les hará tanto daño muerto como les hizo vivo." (5)

El día 9 toma el mando militar del Departamento del Centro. Sobre las fuerzas que dirige, expresa: "[…] he encontrado el instrumento bien templado y mi postura estriba en arrancarle buenas notas"(6)

Los hombres de El Mayor se disponen a escribir nuevas páginas en la historia camagüeyana.

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Notas

1. Gómez Báez, Máximo Gómez: Diario de Campaña, Instituto del Libro, La Habana, 1868, p. 35.

2. Máximo Gómez en su Diario de Campaña dice que fue en La Aurora. Ver p. 36.

3. Ramón Roa: Pluma y machete. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1968. p. 164.

4. Máximo Gómez, Ob. Cit., p. 36.

5. Ibidem.

6. Jiménez Pastrana Juan: Ignacio Agramonte. Documentos, Editora Ciencias Sociales, La Habana, 1974, p. 347.

Tomado de

Autor: M.C. Ricardo Muñoz Gutiérrez

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