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martes, 25 de septiembre de 2012

EL COMANDANTE VICTOR BORDÓN MACHADO ENVÍA A OFICIALES A CONTACTAR CON EL CHE

El comandante Víctor Bordón Machado, ordenó a sus oficiales Otten Mesana y Miguel Martínez a encontrarse con el Che.
Hornedo Rodríguez, por iniciativa propia, también parte, pero con el fin de llegar a la Sierra Maestra e informarle a Fidel todo lo acontecido y logra a través del compañero Osvaldo Dorticós, en Cienfuegos, un auto que lo trasladó hacia Camagüey.
Hornedo: "Estando en esa provincia, conocí de la presencia en la zona de Ciego de Avila del comandante Camilo Cienfuegos y me acerqué al lugar. A 18 kilómetros de la ciudad y a pocos metros de la carretera Central, me encontré con Camilo y le informé de todo lo ocurrido. Este me dijo que él iba a seguir hasta occidente, pero que el Che venía detrás de él con diez días de retraso, pues se le habían dispersado unos hombres en una emboscada en La Federal y finalmente se habían unido a su tropa.
Me indicó el lugar donde podía encontrar al jefe de la columna 8 Ciro Redondo.
"El argentino resuelve eso", me dijo Camilo muy dispuesto, quien, por cierto, me causó muy buena impresión. "Si yo no hablo con Camilo hubiera sido imposible localizar al Che".
Al regresar a Camagüey me encontré con Otten y Miguel, y les dije el sitio donde podíamos hallarlo. Beto Pérez Ávila, en una avioneta, nos dejó en la costa sur y después de dos días caminando, a 30 kilómetros de la trocha de Júcaro a Morón, contactamos con el Che."
En el diario de la invasión del Che se lee:
Oct.- 7. ¡Gran alegría reina en el campamento! (Los corazones se levantan con la llegada de tres oficiales del Movimiento Revolucionario "26 de Julio” acantonados en el Escambray)
son ellos él Capitán Otten Mesana y los Tenientes Miguel Martínez y Hornedo Rodríguez. Los nuevos compañeros nos conducen por buenos y fáciles caminos y adelantamos rápidamente a pesar de los torrenciales aguaceros que nos calan hasta los huesos y desbordan los ríos y arroyos.
Acampamos en un manigual donde dormimos apelotonados para brindarnos calor unos a los otros.

El invasor Joel Iglesias en su libro De la Sierra Maestra al Escambray narra este histórico encuentro:
" Fueron llevados a la comandancia y los presentaron al Che; le explicaron la misión que llevaban y de inmediato pasaron a rendirle el informe detallado de todo lo que sucedía en el Escambray, principalmente el capitán Otten Mesana, como oficial de mayor grado. Otten fue el que relató los hechos.
El Che hizo preguntas alternas a los tres. Los mantuvo a su lado interesados por estas cuestiones de divergencias, que era la parte de la misión que le había sido encomendada por el Comandante en Jefe, en su orden para la invasión."

Indudablemente en aquellos momentos la presencia de los compañeros constituyó una gran alegría para nosotros y una valiosa fuente de información de todo tipo. De esta forma también recibió el Che la primera información directa de los participantes en los problemas del Escambray, sobre las diferencias entre el movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, con el Segundo Frente Nacional del Escambray.
Otten Mesana era de vasta inteligencia y de mucha astucia para dirigir la guerrilla. Pero Mesana, al decir de su segundo, Israel Chávez, tenía ínfulas de grandeza y aspiraba a suplantar a Bordón en el mando de las tropas. Es por ello que al informarle al Che, le contó las cosas de una manera dubitativa, sin darle un justo reconocimiento, a la actitud diáfana de Bordón en aquel trágico acontecimiento.
Por eso Hornedo aprovechó una mañana en que Otten no estaba en el campamento para hacerle al Che una caracterización sociopolítica, militar y económica de la provincia y la zona, y le planteó de la desatención y el abandono de la dirección provincial del 26 en que tenían a Bordón, a quien no le suministraban ni una pastilla de medicina, ni iban a orientarlo, a pesar de la alta preparación científico-cultural y nivel de información que poseían estos en relación con su jefe de guerrilla. Le explicó, además, detalladamente de todas las acciones forajidas que había cometido la jefatura del Segundo Frente con su tropa.
El Che lo escuchaba atentamente y este aprovechó para resaltar la figura de Bordón y el arraigo que tenía entre los campesinos. (...)
Hornedo: "Yo sabía que Otten Mesana, a raíz de nuestro encuentro había predispuesto al Che con la figura de Bordón. De eso es testigo Miguel Martínez, a quien se lo manifesté en aquella ocasión. El Che no era un hombre fácil de predisponer contra alguien, pero él venía a comprobar por sus ojos cuánto de realidad o de mentira había en las confesiones de Otten. "Recuerdo que en una de las conversaciones que tuve con él y que le hablé del arraigo que tenía Bordón con los campesinos, me dijo: Nosotros" conocemos la actitud de Bordón y yo traigo la orden de Fidel de ratificarlo como comandante. Así es que no te preocupes tanto por Bordón. Esto último me lo dijo en un tono jocoso, como queriéndome decir que no le halara tanto la leva."
La Columna 8 Ciro Redondo continuó rumbo hacia el Escambray y antes de partir, el 7 de octubre, Che le hace un informe a Fidel, donde le dice al principio: Hacemos contactos con tres prácticos del Escambray, que traen un rosario de quejas por la actuación de Menoyo informándome que Bordón había sido tomado preso y había existido una situación que llegó a estar cerca de una batalla campal entre los grupos.
Me pareció que había muchos trapos sucios que sacar al sol en toda esta cuestión y mandé a uno de ellos ordenándole a Bordón que avanzara a mi encuentro (...)
Hornedo fue el hombre designado por el Che a que se adelantara y cumpliera la misión de propiciar el encuentro entre las dos tropas, en tanto que Miguel Martínez fungió como guía de aquel grupo de hombres, extenuados e indomables.




Tomado del libro: Víctor Bordón. "El nombre de mis ideas" de José Antonio Fulgueiras pag. 90 - 93.

GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN VILLA CLARA (ACRC)







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